La Asociación Nacional de Pacientes de Diálisis y Trasplante (ANPADYT) advirtió que el toque de queda, decretado por el Gobierno como medida para evitar la propagación del COVID-19, está poniendo en riesgo la salud y la vida de 18 mil pacientes de diálisis o hemodiálisis a nivel nacional.
Según explicó la presidenta de ANPADYT, Ñurka Vigil, luego de ampliarse el horario de la ampliación de la inmovilización social obligatoria, los enfermos no podrán trasladarse a los centros de salud para ser atendidos en los turnos de la tarde o noche.
“Los tratamientos normalmente se realizan en tres turnos: De 6 a 10 de la mañana, de 11 a 3 de la tarde y de 4 a 9 de la noche. Con la extensión del toque de queda los pacientes renales ya no podremos acceder al último turno debido a que no tenemos ninguna facilidad para transportarnos”, advirtió.
Para la representante la ampliación del toque de queda es agravar una situación para los miles de pacientes.
“Vamos a morir por falta de diálisis antes que por el coronavirus. Cuando se dio el primer toque de queda los centros de diálisis redujeron de cuatro a tres horas el turno por paciente, con la finalidad de seguir brindando los tres turnos diarios. Los pacientes del último turno debíamos quedarnos a dormir en los centros de diálisis debido a la prohibición de circulación, con el consecuente daño en nuestra salud. Ahora ni siquiera podremos atendernos en el último turno”, precisó Vigil.
Ante esta preocupante situación, la asociación pide al Presidente de la República, Martín Vizcarra tomar en cuenta esta problemática y brindar todas las facilidades de tránsito para que los pacientes puedan acudir a realizarse sus diálisis y hemodiálisis.
“Esperamos que se tomen medidas urgentes antes de que empecemos a morir”, concluyó Ñurka Vigil.