Un pueblo enclavado en las faldas de la cordillera que nos lleva hacia lo más profundo de nuestras cordilleras.
Como pueden ver en las fotos a continuación, el puesto queda en una empinada calle, por supuesto donde llegamos con un poco de falta de aire, pero fortalecidos pisando nuestras tierras,
Encontramos a una técnica de enfermería que no atendió de la manera mas cordial, nos tomó la presión arterial y pudimos conversar amablemente por unos minutos.
Demostramos tal como lo dimos a conocer en páginas anteriores, los cambios efectuados al sistema de contratación del CAS, según la señora, ahora ya les están dando algunos beneficios que antes no los tenían, por una leguleyada del mismo gobierno…
Sin olvidar nuestro cometido, LA APERTURA DE HISTORIA CLINICA, sigue siendo una constante. Los más pobres son los más castigados.
Podrá ver como la madre naturaleza se horroriza, cuando le hacemos el comentario del motivo de nuestra presencia, este árbol al llegar estaba muy bien peinado y cuando nos fuimos dio un grito de terror.